13 de septiembre

EL DE HOY NO FUE UN ENTRENAMIENTO MAS: luego de pasar una mañana muy tranquila y de comer unos buenos fideos, Sara, la sobrina de Jorge, nos paso a buscar para llevarnos a correr al lugar elegido, Las sierras de Guadarrama. Este es un lugar de casas lujosas y de calles anchas en el barrio, para después entrar en la zona del rio y la sierra donde clima seco y el suelo árido hacían sentir más el calor que en la ciudad, nada de viento, subidas y bajadas continuas, algunas mas empinadas que otras, pero todas hicieron sentir su inclinación en nuestras piernas. La primera hora como siempre fue de risas y de trote suelto y sin problemas, la segunda hora el entrenamiento se empezó a transformar de a poco en calor, calor y más calor, lo cual en los últimos cuarenta minutos hizo que las piernas se sintieran algo cansadas y pesadas. Terminamos las tres horas comprando agua y coca cola en un club de tenis que encontramos en el final de nuestro recorrido. Minutos más tarde a tomar el bus y el metro para volver a compartir unos mates en la pileta. Al finalizar el entrenamiento Mauro dijo: hizo mucho calor y tuve muchísima sed, trabajamos juntos y eso me hace bien. Jorge dijo: recordaba las noches de frio de Mar del Plata y extrañaba el abrigo pero todo estuvo perfecto y mi rodilla está bien. Marcelo dijo: mi última media hora fue difícil, me sentí mareado, cansado y con más ganas de caminar que de correr.
El de hoy no fue un entrenamiento mas, fue el ultimo fondo y realizado con nada menos que 38° de temperatura. La carrera está muy cerca y nuestros cuerpos y mentes cada vez más preparados.