Mañana viernes tempranito por la mañana estaremos dejando Madrid, esta hermosa ciudad en la cual hemos hecho los últimos esfuerzos en el entrenamiento. Ayer miércoles realizamos cambios de ritmo cortos y de media intensidad, hoy un trote suave y algunos ejercicios de fuerza, mas unas rectas de soltura y mucha elongación. Hoy aquí estuvo lloviendo y bajo un poco la temperatura. Mauro y Marcelo aprovecharon para pasear, fueron al Estadio del Real Madrid y a una Plaza de Toros; Jorge y yo preferimos quedarnos descansando. Verdaderamente estamos muy bien y por sobre todas las cosas tenemos una convivencia excelente, nos respetamos muchísimo y los cuatro hacemos lo posible para no molestar a los demás. En muchas cosas somos bastante parecidos, en otras cada uno tiene sus gustos y sus tiempos, y si en algo estamos dando un ejemplo, es en respetarnos formando así un grupo cada día más sólido. La estadía en Madrid fue excelente, buscábamos calor para entrenar y lo tuvimos al máximo, buscábamos tranquilidad y encontramos el mejor lugar.
Hoy casi incendiamos el departamento, hicimos una carnecita al horno, salió rica pero que se yo mucho humo, algún problema con ventilación. Igual no nos ha molestado demasiado, la cocina es tan moderna que ninguno la sabe utilizar como corresponde, y de yapa media hora después de comer el horno seguía encendido. Conclusión: limpiar la cocina no fue tarea fácil, eso es lo malo, lo bueno es que comimos bien y que logramos no tirar nada de lo que usamos para cocinar, aunque debo confesar que la fuente principal tendrá que tener varias lavadas hasta que quede como antes.
Durante todo el día y en diversos momentos hemos tenido emociones fuertes, videos, fotos y mensajes que nos envían y no nos dan respiro, estamos bien, contentos y con los cuerpos sanos y fuertes. Falta una semana para la carrera y nuestras cabezas cada vez están mejor, poco a poco nos vamos concentrando y metiendo en lo que intentaremos superar. Hoy cuando alongábamos y sin querer, los cuatro nos fuimos separando en la plaza donde entrenamos, estuvimos como a treinta metros uno de otro relajándonos en silencio, seguro cada uno buscando la mejor forma de controlar los nervios y la ansiedad por la proximidad del desafío.
Mañana estaremos volando a Roma, otro lugar nuevo para conocer y seguramente otras alegrías grandes para vivir…
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